El Ateneo de Huelva presenta Neonuba, su nueva revista académica y científica. En ella se incluye un poema inédito de Juan Ramón Jiménez, el tesoro.
Poema inédito de Juan Ramón Jiménez «El tesoro»
Las tres estrofas en rimas consonantes que componen el poema inédito «El tesoro» de Juan Ramón Jiménez, que damos a conocer en este primer número de la Revista del Ateneo de Huelva -gracias a la gentileza de doña Carmen Hernández Pinzón-, se corresponden en el tiempo con los tres poemarios sobre las Elegías: Elegías puras, Elegías intermedias y Elegías lamentables, compuestos en su regreso a Moguer entre 1905 y 1911, y publicados en Madrid por Tipografía de la Revista de Archivos entre 1908-11.
Son años de intensa agitación poética y producción literaria. El poeta se halla inmerso en la creación de libros fundamentales donde recrea su Moguer natal, como Piedras, flores y bestias de Moguer, Entes y sombras de mi infancia, Versos accidentales, Arte menor o Poemas agrestes, que se publicarán años después. Al final de esta primera etapa de creación verán la luz títulos esenciales en la obra del moguereño, como Melancolía, Laberinto y Platero y yo.
A finales de 1911 nuestro poeta no había cumplido aún los 30 años y tenía publicado 11 obras. Se había estrenado como editor de revistas literarias con Helios y contaba con casi 180 colaboraciones en revistas y diarios como Renacimiento, El cojo ilustrado, Blanco y negro, El Correo de Andalucía, Vida nueva o El Noticiero Sevillano.
El poema transcurre en el silencio de un paseo vespertino. Con cierta tónica existencial el poeta reflexiona en “lo que ha sido, lo que es, lo que será, va dentro de mí” y donde solo la presencia de una sencilla flor se va a convertir en un tesoro. El color y la naturaleza se convierten así en el mejor vehículo para las sensaciones líricas, donde Juan Ramón nos descubre sus deseos de soledad y melancolía. En cierto modo, aparecen en síntesis todos aquellos componentes de la literatura de final del siglo XIX: romanticismo, realismo, naturalismo y simbolismo.
El poema está mecanografiado y presenta anotaciones manuscritas por el propio autor, en lápiz rojo y negro. Contiene también algunas palabras tachadas y correcciones pero, al no eliminar la otra opción con alguna línea encima, queda como posible variante. Por ejemplo, en el verso 4, «estasiado en el arpa de oro del ocaso», Juan Ramón anota encima una posible variante: «estasiado en la lira dorada del ocaso»; y en el verso 7, sí corrige: «La dulce florecilla amarilla que encuentro» por «La florecilla amarillenta que me encuentro».
Antonio Ramírez Almanza. Director de la Casa Museo Zenobia-Juan Ramón Jiménez