El paraje y la casa de Fuentepiña son los ámbitos agrestes que mejor definen las coordenadas líricas de Juan Ramón. Se localizan a poca distancia del núcleo urbano de Moguer, a escasos dos kilómetros, tomando la carretera de El Algarrobito, a la altura del polígono industrial del mismo nombre, y el camino de la Dehesa. La finca de Fuentepiña, denominada «Santa Cruz de Vista Alegre», cuando fue propiedad de Gregorio Jiménez tio del poeta, se situa colindante a la de Nazaret, que perteneció al médico Rafael Almonte, con quien Juan Ramón mantuvo un estrecho vínculo. Este paisaje es evocado por Juan Ramón en Platero y yo y otras obras suyas en prosa y verso y constituye un espacio natural con connotaciones literarias y pictóricas, en el que confluyen valores de carácter histórico que tienen que ver con la presencia y las vivencias del poeta. Sin embargo, y a pesar de formar parte del acervo cultural del municipio, dicho enclave está amenazado por varios frentes por el avance del monocultivo de la fresa y la zona de expansión industrial de El Algarrobito, con la consiguiente degradación de su entorno inmediato.